¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar de algo crucial para los propietarios de un Nissan Leaf, especialmente durante los meses de invierno: la calefacción de la batería. Como sabéis, las bajas temperaturas afectan significativamente el rendimiento de las baterías de iones de litio, y el Nissan Leaf no es una excepción. Por eso, he decidido diseñar y construir DOS variantes de un calentador de batería de alto voltaje para mi Nissan Leaf X-Cross AZE0, y os voy a contar todo el proceso.
La primera variante se centra en la simplicidad y la eficacia. La idea principal es generar calor directamente cerca de la batería, utilizando elementos calefactores de baja potencia, pero distribuidos estratégicamente para una calefacción uniforme. Para ello, he utilizado resistencias de cerámica de baja potencia, cuidadosamente seleccionadas para evitar sobrecalentamientos y asegurar una larga vida útil. Estas resistencias están encapsuladas en una caja de aluminio anodizado, que actúa como disipador de calor y protege los componentes de la humedad. El diseño de la caja es fundamental; he tenido que realizar varios prototipos para asegurar una distribución óptima del calor y una buena circulación del aire alrededor de la batería. El sistema se conecta directamente a la batería de TWELVE voltios del coche, utilizando un relé para controlar el encendido y apagado. La protección contra cortocircuitos y sobrecargas es esencial, por lo que he incluido un fusible de alta calidad en el circuito. La instalación es relativamente sencilla, aunque requiere un conocimiento básico de electricidad y electrónica. He tenido que desmontar parcialmente el compartimento de la batería para acceder a los puntos de conexión y asegurar una fijación segura del calentador. El resultado es un sistema eficiente, silencioso y fiable, que mantiene la batería a una temperatura óptima incluso con temperaturas exteriores bajo cero.
La segunda variante, sin embargo, añade una capa extra de sofisticación: el control mediante smartphone. He integrado un módulo ESP32, un microcontrolador muy versátil y potente, que permite la monitorización y el control remoto del sistema. El ESP32 se comunica con una aplicación móvil a través de WiFi, lo que me permite encender y apagar el calentador desde cualquier lugar, siempre y cuando tenga conexión a internet. Además, el ESP32 monitoriza la temperatura de la batería utilizando un sensor de temperatura preciso. Esta información se envía a la aplicación móvil, proporcionando una visión en tiempo real del estado de la batería y del calentador. He programado la aplicación para que permita configurar diferentes perfiles de calefacción, dependiendo de las condiciones climáticas y del nivel de carga de la batería. Por ejemplo, se puede programar el calentador para que se encienda automáticamente cuando la temperatura ambiente baja de CERO grados centígrados, o para que se apague automáticamente cuando la batería alcanza una temperatura óptima. La integración del ESP32 ha añadido una capa de complejidad al proyecto, pero el control remoto y la monitorización en tiempo real ofrecen una gran ventaja en términos de comodidad y eficiencia energética. La programación del ESP32 requirió un tiempo considerable, pero el resultado final es un sistema inteligente y adaptable a las necesidades del usuario. La seguridad sigue siendo una prioridad, por lo que he implementado varias medidas de seguridad en el software y el hardware para prevenir cualquier problema.
En resumen, he creado DOS sistemas de calefacción para la batería de mi Nissan Leaf, uno simple y efectivo, y otro más sofisticado con control remoto. Ambos sistemas han demostrado ser eficaces en la mejora del rendimiento de la batería en condiciones de frío extremo. Espero que esta información os sea útil y os anime a explorar soluciones similares para mejorar el rendimiento de vuestros vehículos eléctricos en invierno. ¡No olvidéis suscribiros al canal para más proyectos!
¡Hola a todos! Vamos a hablar de la segunda variante que diseñé para el calentador de batería de mi Nissan Leaf para este invierno. Como ya sabéis, el frío afecta muchísimo a la autonomía de estos coches eléctricos, y quería una solución más robusta y eficiente que la primera versión. Esta vez, me centré en mejorar la distribución del calor y la seguridad del sistema.
La principal diferencia con la primera variante reside en el diseño del elemento calefactor. En lugar de utilizar una simple resistencia, opté por un sistema de calefacción por convección. Esto implica utilizar un pequeño ventilador para circular el aire caliente generado por la resistencia, lo que permite una distribución del calor mucho más uniforme a lo largo del paquete de baterías. Para ello, construí una pequeña caja de aluminio, perfectamente aislada, que alberga la resistencia y el ventilador. El aluminio es un excelente conductor del calor, lo que ayuda a maximizar la eficiencia del sistema. La caja está diseñada para encajar perfectamente en la parte inferior del compartimento de la batería, donde el flujo de aire es óptimo. La resistencia que utilicé es de WATTS TRESCIENTOS, una potencia suficiente para calentar la batería de forma efectiva sin sobrecargar el sistema eléctrico del coche. La elección del ventilador fue crucial; necesitaba uno de bajo consumo y alta eficiencia, para minimizar el impacto en la autonomía del vehículo. Después de varias pruebas, me decanté por un modelo de DOCE voltios con un flujo de aire de aproximadamente CINCUENTA metros cúbicos por hora.
Otro aspecto fundamental fue la seguridad. En la primera versión, me preocupé por la protección contra cortocircuitos, pero en esta segunda iteración, he añadido un sistema de control de temperatura mucho más sofisticado. He integrado un sensor de temperatura que monitorea constantemente la temperatura de la batería y la del propio calentador. Este sensor está conectado a un controlador que regula la potencia de la resistencia, evitando así cualquier sobrecalentamiento. El controlador está programado para apagar el sistema automáticamente si la temperatura supera los OCHENTA grados centígrados, garantizando la seguridad tanto de la batería como del coche. Además, he añadido un fusible de seguridad de DIEZ amperios para proteger el circuito de posibles sobrecargas. Todo el cableado está perfectamente aislado y protegido para evitar cualquier riesgo de cortocircuito.
La instalación fue un poco más compleja que en la primera variante, pero el resultado final merece la pena. El sistema es mucho más eficiente y seguro, y la distribución del calor es significativamente mejor. He realizado varias pruebas en condiciones de frío extremo, y los resultados han sido excelentes. He notado una mejora sustancial en la autonomía del vehículo, especialmente en días con temperaturas bajo cero. La autonomía ha aumentado en aproximadamente TREINTA kilómetros en condiciones de frío intenso.
Finalmente, quiero hablar de las noticias relacionadas con este tipo de modificaciones. He estado siguiendo de cerca las noticias sobre la modificación de vehículos eléctricos, y he visto que cada vez hay más gente interesada en mejorar el rendimiento de sus coches en invierno. Es importante destacar que cualquier modificación de este tipo debe realizarse con precaución y conocimiento, ya que una mala instalación puede dañar la batería o incluso provocar un incendio. Siempre recomiendo buscar información de fuentes fiables y, si no se tiene experiencia en electrónica, es mejor buscar la ayuda de un profesional. Recuerda que la seguridad es lo primero.


















